Reconocer que se tiene un problema de baja autoestima es clave para sanar interiormente y tener el éxito tan deseado. En la baja autoestima la idea que se tiene acerca de si mismo es muy pobre teniendo una posición existencial resumida en: “los demás están bien y yo estoy mal”, sus creencias pueden ser: no podré, soy tímido, los demás tienen la razón, pobre de mi, etc; entonces los lamentos y diálogos internos de minusvalía son los preponderantes. Estas creencias negativas acompañan “la mala suerte” del individuo con baja autoestima, pues el mismo atrae estas circunstancias, para después quejarse y no hacerse responsable de ellas.
Es frecuente que tengan emociones reprimidas como cólera y tristeza, que al no ser expresadas terminen en depresión, ansiedad y fobias.
En el aspecto social se sufre por la timidez e inseguridad, por lo que se aíslan de los demás en su mundo interior.
Por otra parte, tenemos personas que se creen superiores, en ese sentido se puede explicar esta actitud, por una profunda inseguridad que para ser compensada tratan de menospreciar a los otros para esconder complejos de inferioridad.
Frente a la crisis de autoestima, tenga presente sus virtudes y ¡valórese!, trátese con afecto, es importante que cambie sus diálogos internos de autocrítica por palabras de aliento, perdónese y arriésguese a cambiar, también puede acudir a un profesional cuando necesite ayuda para mejorar.